Después de una tarde lluviosa llega el atardecer, y entre las ramas de los arboles se anuncia el canto de los ruiseñores, los colibríes y otros pajaritos, las nubes se convierten en las cortinas de la ventana del ocaso y dentro de su habitación hay un aroma especial es el aroma del amor que atrae a los corazones mas sensibles y adictos al amor, y en esta ocasión fueron atraídos los corazones de dos jóvenes enamorados; Juan Carlos es su príncipe y Andrea es su princesa y entre ramas color naranja y suaves destellos de sol su amor se fusiona en cada fotografía para inmortalizar el poder de sus corazones y en cada lugar donde ellos se dan un beso y un abrazo allí nacen flores que atraen a sus enamorados ruiseñores y colibríes para que nunca jamas la esencia y el amor de estos dos enamorados se desvanezca…
Así que ahora déjate inspirar por estos dos corazones que dejaron plasmado su amor en cada fotografía…